Ayer mientras escribiendo de las cajas para pan enfrente de las casas en Galicia, me di cuenta de que no he grabado los eventos de mi Camino de Santiago en cualquier orden específico. Tuve energía para recordar durante el Camino, porque me tomé mi tiempo. Sin embargo, no me gusta escribir donde estoy, puede ser peligroso. Además, prefiero vivir el momento. Durante el viaje sí tenía pensamientos, pero las semanas habían transcurrido sobre ellos, revelando lo más destacado.
Por eso escribiré solo algunos de los aspectos más destacados de cada día. Revisaré unos apuntes, pero no trataré de describir todo. Enfocaré en los recuerdos más fuertes que se quedan en mi mente.
Primero, ¿cuándo empezó mi camino? Algunas personas dicen que es el momento en que sales de tu hogar. Pero ¿dónde es mi hogar? Mi hogar legal es en Nevada, esto es claro, pero un gran pedazo de mi corazón todavía es en Pennsylvania. De hecho, es separado en muchas partes. El lugar de nacimiento es Nueva York. De hecho, mi herencia es filipino. Al otro lado, se puede decir que mi camino empecé cuando llegué a Iberia, a Madrid. Otro punto de partida posible es Lisboa o, mejor, Porto. En mi hostal en Porto conocí a mucha gente que estaba comenzando sus caminos de allí o que acaba de terminar.
Vale, para el propósito de este blog, digamos que mi Camino empezó en la ciudad de donde empecé a caminar exclusivamente a pie. Esto es Vigo.