Luciérnagas y mapaches

Ayer por la noche, asistí a una reunión de juegas de mesa por primera vez. En el café de Whole Foods, seis personas y yo jugamos Citadels y Wits & Wagers. Después, fui de compras a Trader Joe’s. Este viajito me dio un poco de alivio, porque todavía no he enciendo el aire acondicionado en la casa, solo he estado dejando que la casa respire. ¡Uf!, la clima ahora mismo tiene más calor aquí que en Nevada. Por lo menos, se siente así por la humedad y la falta del aire acondicionado.

Al regresar a casa, el aire en frente de la casa estaba lleno con un montón de luciérnagas. Es la primera vez este año las he visto. Me recuerdan de mi juventud. Su centelleo me hace sonreír.

Me dormí en el sofá alrededor de la medianoche, y me desperté a las cuatro y media. Me levanté para abrir las ventanas y las puertas, para que el aire fresco pueda entrar. Sin embargo, había un ruido extraño desde el patio delantero. Sonaba como un perrito llorando. Encendí my linterna en esa dirección y descubrí mapaches en el tronco del árbol de al lado. Había tres pequeños juntos, y uno un poco arriba, sentado en una rama. No pude decir si el cachorro arriba estaba atascado o qué, y no tuve ni interesa para enterarme, porque a lo mejor tenía rabia, o la madre me vería y se enfadaría.

Esta mañana no hay rastro de ellos. Supongo que hayan encontrado cómo bajar. Tal vez su madre los ayudó.

Es verano en la ciudad.

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