mi familiar

Hace treinta y cuatro años este mes, conocí a mi familiar.

Uso la palabra familiar en este caso porque era uno de los muchos apodos que tenía para él, mi único perro. No supe español en esa época, así que teníamos solo unos pocos apodos en este idioma: Moquito (pero hablado como Muquito, de su nombre Mookie), y después Mosquito. Además, Burrito porque una vez atrapó un burrito en medio del aire que mi novia lanzó sin querer. También fue largo, con una forma como un burrito. Y aguantó tanto, como un pequeño burro.

En cualquier caso, era verdaderamente mi familiar. En primer lugar, su género y especie cientifico es Canis familiaris. En segundo lugar, era un animal a mi lado todo el tiempo, que se llama familiar en inglés — como un gato de bruja, o un halcón de mago. En tercero lugar, éramos buenos amigos, éramos bien conocidos el uno al otro, lo que significa la palabra inglesa familiar. Por último, pero no menos importante, era un miembro importante de la familia (el adjetivo correcto en inglés por eso es familial, pero usé familiar). De hecho, lo llamé my zeroth-born (cerogénito).

La semana pasada en una clase, aprendí que la palabra familiar en español tiene este último significando — un sinónimo de pariente. Este fue otro momento más para recordarlo, a quien recuerdo todos mis días.

sobremesa

Cuando era estudiante en la universidad, mi tiempo favorito era el almuerzo. Para ser más precisos: el tiempo después del almuerzo. Mis amigos y yo solíamos conversar por horas, sobre temas académicos y tontos.

Este verano estoy trabajando en la Universidad de Chicago. Es un poco así, aunque la acústica en la sala no es tan buena. Además, las mesas son largas y no redondas. Y el almuerzo es corto por nuestros horarios de enseñar. Sin embargo, a veces es un poco como esos días de los almuerzos en Risley.

Recientemente aprendí la palabra sobremesa. Es una buena costumbre, demasiado rara en mi vida.

gran error, buena oportunidad

Por el siguiente veinticuatro horas, Super Duolingo está en oferta. Sin embargo, no me suscribiré a Super, porque no veo ninguna ventaja para pagar sesenta dólares por este año que viene, y después ciento cincuenta dólares cada año. Hace unos años, pagué por este servicio. Hoy en día, ya no estoy contento con Duolingo.

Desde septiembre, he asistido muchas clases en linea de Duolingo. He aprendido tanto en cuatro meses con estas clases como tres años sin clases. Para aprender el idioma bien, es importante hablar mucho y escuchar mucho a hispanohablantes nativos. He estado aprendiendo como la lengua español y la cultura hispana son diferentes en países diferentes. He estado conociendo a muchas compañeras de clases de muchos lugares alrededor el mundo.

Duolingo ha cometido un gran error. La compañía está cancelando todas las clases. Las ultimas clases serán el dieciocho de enero. La ultima clase de una de mis maestras era esta mañana.

Mientras pienso en cómo mejorar en español, pienso que usaré Duolingo menos el próximo año. Es probable que usaré más otras herramientas, como Clozemaster, Pimsleur, y Dreaming Spanish. Sin duda asistiré clases en linea con maestros que conozco de Duolingo.

Esta es una oportunidad para una empresa lista. Para organizar estas clases, mis maestros están usando los correos electrónicos, MeetUp, y WhatsApp en vez de Duolingo. Ninguna de estas plataformas es perfecta. Organizar y mantener una lista de clase es complicado para ellos con las direcciones electrónico. Aunque MeetUp es una plataforma antigua — la usé para conocer otros padres nuevos hace muchos años — mucha gente no la conocen. WhatApp es horrible — nuestros números de teléfono se volven públicos, así que uno de mis grupos tiene demasiado mensajes. Después, después de organizar el horario de clases, tenemos que usar otra plataforma como Zoom para videochatear.

Espero que alguna otra empresa aprovechará de esta oportunidad.

mou kuion

El perro de mi corazón, el único de mi vida, de verdad no es Harry. Es curioso, porque soy la persona a la que más escucha, pero es la verdad.

Para mí, Mookie fue, es, y será el mejor perro del mundo. Lo amo, por siempre y para siempre — los amo en todo momento.

Cuando estaba aprendiendo el idioma griega antigua, después Mookie y yo se conocimos muchos años, hice una nueva etimología por su nombre. La palabra griega antigua por perro es κῠ́ων, como canine o cynic en inglés. Un perro pequeño es quizás κυιον, porque el sonido ιον significa algo pequeño, como el sufijo “y” en inglés como en puppy, o el sufijo “ito” en español como en perrito. Además, la palabra griega antigua por “mi” o “mío” es μου. Usualmente palabras como μου viene después del sustantivo, pero es possible decir μου κυιον, con un sonido especial, como Mookie.

día del corte

Para toda la mitad norte del globo, este fue el día más corto — el solsticio de invierno.

Además, en nuestra familia en particular, este fue un día para cortar. El perro de la familia tenía demasiado pelo, así que todos nosotros tuvimos que trabajar juntos. Al principio, necesitábamos darle medicina para calmarlo. Después, se necesita alguien para abrazarlo mientras otra corta el pelo. Un trabajo difícil para todos, incluyendo este perro corto.

counting and not being counted

Last Friday the Census Bureau released the 1950 dataset, after the mandated 72-year quiet period. Because artificial intelligence applied optical character recognition to these hand-written documents, it’s now possible to search for people with simple text strings. Although the OCR is imperfect, it was good enough for me to locate my father-in-law. He was 5 years old when his family was surveyed; his younger brother had also been born, but not his sister yet. I also tracked down the record of his paternal grandfather and uncle. Unfortunately, I could not find my mother-in-law.

As for blood relations, my own ancestors weren’t in the States until later, when my parents independently immigrated from the Philippines, being the pioneers of their respective families. My dad arrived in Albany (New York) in 1959, and would have been counted in Paramus in 1960. My mom arrived in St. Louis in 1962; for the 1970 Census, she would have been in the Bronx, married, with three children. It’s amazing how much life can change between censuses.

Soon after World War II, the Philippines had become its own nation. However, during the 1940 Census, it was part of the concealed empire of the United States. As Daniel Immerwahr states in How to Hide an Empireabout 131 million citizens lived in the US mainland (that is, the extant 48 states), while nearly 19 million people lived in Alaska, Hawai’i, Puerto Rico, other territories, and especially (more than 16 million) in the Philippines. When my parents were young adults, they were among the more than 1 out of every 8 people who were colonial subjects of the United States. In Immerwahr’s words: If you lived in the United States on the eve of World War II, … you were more likely to be colonized than black, by odds of three to two. This map from his book shows the size and extent of the land held by the American empire at that time:

Greater United States

Although millions of Filipino subjects in overseas territory were not counted in the 1940 Census, the category of “Filipino” was one of the races listed, along with White, Negro, American Indian, Japanese, Chinese, and “Other race — spell out”. There are so many other historical artifacts in this brief survey: the head of household is assumed to be male, his spouse is female, there are two genders, etc. And under “What kind of work was he doing?” there are five examples: Nails heels on shoes (?!), Chemistry professor, Farmer, Farm helper, and Armed forces. What a strange set of occupations; overall, what a parochial national self-vision.

The questions we are asked, and those we are not asked. The types of answers we are permitted to provide, and those we cannot give. How much has really changed in the last 72 years? The truth is silent.

April Fools

Marissa’s friend Kristine and my friend Marc both celebrate their birthdays today. Marc and I met when we lived in the same suite in Low Rise 7 through the middle of sophomore year. Marissa and Kristine lived in the same house during college.

They are among our dearest friends. I can confide in Marc on just about anything. What a blessing, to have friends facing the same challenges in life. What a coincidence, that they are both April Fools.