Ayer escribí que desecar es un poco extraño, porque a menudo las palabras que comienza con “des” son los opuestos que lo que siguen. Por ejemplo, desayunar es lo opuesto a “ayunar”, descansa” es lo opuesto a “cansar”, desaparecer, descubrir, deshacer, desconsolar, desafortunadamente, desilusionado, desorden, etcetera.
De hecho, el Diccionario RAE dice que el prefijo des- puede indicar variaciones así: negación o inversión (desconfiar), privación (desabejar), fuera de (descamino, deshora). A veces la origen no es tan obvio. No hay verbo struir en español, pero destruir viene de la latina struere, que también está relacionado con estructura, construir, instrucción. Sí existe el verbo arrollar, pero la relación con desarrollar no es muy clara. Me imagino a alguien hace planes con un gran papel como un mapa o un manuscrito que acaba de desenrollar.
A veces des- puede indicar exceso (deslenguado) o afirmación (despavorido), pero en mi experiencia limitada, estos casos son más raros.
Sin embargo, desecar viene del prefijo de-. La palabra es de- + secar, no es des- + “ecar”. Según la RAE, el prefijo de- es diferente que des-. En este contexto, creo que de- es para “reforzar el significado de la palabra primitiva”. Igualmente pero menos obviamente, el origen de desnudar es de- + la latina nudare.
Por supuesto no todas las palabras comienzan con prefijos. Por ejemplo, decir empieza con las letras de por casualidad. La palabra es de la latina dicire. Es decir, solo es decir, no es de de-.